La alopecia areata es una forma de alopecia no cicatricial de origen autoinmune. Suele aparecer en dos momentos de la vida: la infancia y los adultos jóvenes, aunque puede iniciarse en cualquier momento, tanto en mujeres como en hombres.
Clínicamente, se pueden observar uno o más parches bien circunscritos, lisos, sin cicatrices y sin pelo que se agrandan en un patrón centrífugo. Las formas graves involucran todo el cuero cabelludo (alopecia areata totalis) o todo el vello corporal (alopecia areata universalis). La alopecia areata puede estar asociada con otras enfermedades autoinmunes, como la enfermedad de la tiroides, la enfermedad celíaca, el vitiligo y la atopia.